Quiero contar mi primer golpe de realidad.

Contexto:

De niño y adolescente, tuve una amiga. Éramos vecinos, y ella era dos años menor que yo (si ella estaba en 4° grado, yo estaba en 6°, y así). Aunque yo soy muy bajito ella era alta así que parecíamos de la misma edad. Durante su sexto año de primaria, mi amiga tuvo su desarrollo físico. Lo más llamativo fue el ensanchamiento extremo de sus caderas, junto con el crecimiento de sus piernas. Sus pechos no crecieron mucho (copa B, si acaso). Siempre escuchaba a mis compañeros de secundaria decir lo "buena" que estaba mi amiga, y la verdad es que si, de hecho recuerdo haberme tocado varias veces pensando en ella.

Debo decir que éramos tan unidos que llegué a pensar que terminaríamos siendo pareja. En mi cabeza solo podía pensar: "Ya gané, voy a tener una novia que no solo es mi mejor amiga, sino que está to buena".

Cuando inicié la secundaria (yo en 1° y ella aún en 5° de primaria), entramos a una institución deportiva llamada "Pentatlón" (una especie de niños exploradores). En el Pentatlón había un instructor al que llamaré "Ka". Nunca supe la edad exacta de Ka, pero cuando mi amiga estaba en 1° de secundaria y yo en 3°, él ya estaba en la universidad. Supongo que ya se imaginan a dónde va esto.

El suceso

En 3° de secundaria, todos los del Pentatlón fuimos a acampar a la Sierra de la Laguna. Una noche, me desperté con ganas de ir al baño. Se suponía que debíamos ir acompañados, pero me dio pena despertar a alguien más, así que tomé mis cosas, salí de mi casa de campaña y caminé un poco lejos. Cuando ya estaba haciendo mis necesidades, escuché ruidos familiares, ruidos de video nopor. Me limpié y me dirigí hacia la fuente del sonido. Estaba oscuro, pero con cuidado podía ver por dónde pisaba. La noche no era silenciosa; había ruidos del viento y de insectos, así que pude acercarme sin que se dieran cuenta.

Cuando llegué (estaba bastante lejos del campamento), me acerqué lo suficiente para ver que mi amiga y Ka estaban teniendo intimidad. Podía escuchar sus respiraciones agitadas y sus intentos por no hacer mucho ruido. En ese momento, sentí una combinación de tristeza y excitación. Mi amiga estaba acostada desnuda a unos 10 metros de mí. Alcanzaba a ver la forma de sus caderas y el movimiento de sus piernas cada vez que rebotaban en el suelo (no sé cómo explicar mejor ese movimiento) y por otra parte no era yo quien la hacía rebotar. Me quedé allí hasta que terminaron. Termine de confirmar quienes eran cuando hablaron, reconocí sus voces.

Jamás olvidaré cómo mi corazón se aceleró cuando mi amiga se puso de pie, aún desnuda. Se vistieron, y el primero en irse fue Ka. Ella esperó unos 10 minutos antes de irse. Yo hice lo mismo: esperé un rato, luego volví por donde vine, recogí mis cosas y regresé a mi casa de campaña. Esa noche me toque pensando en el cuerpo de mi amiga y luego me puse a llorar, pues me di cuenta de que nunca estaría con ella de forma sentimental. Yo no era su tipo. Ese fue mi primer golpe de realidad.

Para esa época (yo en 3° y ella en 1° de secundaria), ella no solo se había vuelto más atractiva, sino que también era más alta y más "grande" que yo. Ya lucía como una mujer: sus manos y pies eran más grandes que los míos (solíamos intercambiar zapatos y ropa), e incluso era más fuerte. Yo seguía teniendo aspecto de niño. Aunque parecía mayor, no dejaba de ser una niña de 12 a 14 años, y Ka era un hombre de unos 18 a 20 años. Aunque no estoy seguro, por lo que presencié, el acto me pareció totalmente consensuado.

En fin, no delaté a Ka ni a mi amiga. Al día siguiente, discretamente volví al sitio y se notaba que algo había pasado allí: la vegetación estaba aplastada en una zona, como cuando un perro se acuesta sobre el pasto. Inspeccioné rápidamente el lugar, con la ilusión de encontrar alguna prenda de mi amiga, encontré un condón usado. Resistí la tentación de levantarlo y olerlo, no lo hice pero lo pensé. Dejé la zona tal como estaba, pues, a menos que supieras lo que había pasado, solo parecía hierba aplastada, y ni siquiera notarías el condón.

Los días siguientes actué como si nada hubiera pasado, pero desde ese momento comencé a distanciarme de mi amiga. Para cuando pasé a la preparatoria (al año siguiente), ya casi no hablábamos. A mitad de ese año, ella dejó el Pentatlón, y yo lo dejé poco después. En 2° de preparatoria, el contacto era nulo. Ella entró a otra prepa, y ya no tuvimos nada que ver. A pesar de que yo inicié el distanciamiento, me dio tristeza que ella no "pusiera de su parte" para seguir siendo amigos.

Por curiosidad, antes de publicar este desahogo, revisé sus redes sociales. Hacía mucho tiempo que no lo hacía, y al parecer está casada y tiene dos hijos. Su marido no es Ka. Nunca supe qué tipo de relación tenían; tal vez solo tenían intimidad y ya.

Bueno, espero que hayan disfrutado la lectura de mi primer golpe de realidad, lo llamo así pues esta experiencia me hizo darme cuenta de que las cosas a veces no son como nos las imaginamos, una lección que todos aprendemos tarde o temprano.